Recensión de Antonio Pelayo en la revista Vida Nueva sobre el libro Vaticano, el final de un mundo, de Henri Tincq.
Entresacamos un fragmento:
"Reconoce que, de alguna manera, pese a la oposición de sectores anquilosados, Francisco intenta esa recuperación. “El Papa –asegura– no cambia fundamentalmente nada de la doctrina católica, pero sus opciones pastorales apuntan a acercar la Iglesia a aquellos que se han alejado de ella o están en una ‘situación irregular’ según la disciplina romana”. Y admite que “el sueño de Francisco no es tanto el de una reconquista católica cuanto el de una profunda vuelta a las intuiciones del Vaticano II sobre la fidelidad a los pobres y la cercanía a las luchas de los seres humanos de hoy”.
